viernes, 31 de marzo de 2006

Preocupación en Ituzaingó por el nuevo estudio

Redacción l LA VOZ On Line

Los vecinos de barrio Ituzaingó Anexo mostraron hoy su preocupación por los resultados del estudio que realizó la Municipalidad de Córdoba en 30 niños, a 23 de los cuales se les detectó en sangre restos de un plaguicida prohibido, con niveles por encima de los valores de referencia.

Sofía Gatica, una de las representantes del sector, dijo que el temor de los habitantes de esa barriada de la periferia sur pasa porque el producto encontrado sería “posiblemente cancerígeno”.

“A los niños les van a hacer un seguimiento, pero mientras tanto seguimos expuestos porque las fumigaciones en los campos siguen”, dijo la mujer, quien reclamó una “decisión política” de las autoridades para que determinen de una vez por todas qué hacer con el barrio.

“La Provincia no se quiere hacer cargo, la Municipalidad poco puede hacer, porque ellos dicen que dependen de la Provincia, porque es así, y todo es así”, se quejó Gatica, en diálogo con radio LV2.

En agosto de 2005, la Municipalidad de Córdoba comenzó un estudio de “biomarcadores de exposición” en los niños de Ituzaingó, barrio donde ya se han detectado más de 100 casos de cáncer en los últimos años.

De los 30 chicos de 4 a 14 años a quienes se les tomaron muestras, 23 presentaron en sangre niveles por encima de referencia de “alfa hexaclorociclohexano”, un peligroso contaminante cuya fabricación o uso está prohibido en Argentina.

Esta sustancia, utilizada como plaguicida en algunos cultivos, está prohibida en el país por la ley 22.289, sancionada en 1980. Está catalogada como “probablemente cancerígena” según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (Iarc, por sus siglas en inglés). Estados Unidos prohibió su producción en 1976.

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Ituzaingó (Córdoba): plaguicidas en sangre de 23 niños

En agosto de 2005, la Municipalidad de Córdoba comenzó un estudio de “biomarcadores de exposición” en los niños de Ituzaingó Anexo, el barrio del sur de la ciudad de Córdoba en el que se detectaron más de 100 casos de cáncer en los últimos años.

De los 30 chicos de 4 a 14 años a quienes se les tomaron muestras, 23 presentaron en sangre niveles por encima de referencia de alfa hexaclorociclohexano, un peligroso contaminante cuya fabricación o uso está prohibido en Argentina.

Esta sustancia, utilizada como plaguicida en algunos cultivos, está prohibida en el país por la ley 22.289, sancionada en 1980. Está catalogada como “probablemente cancerígena” según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (Iarc, por sus siglas en inglés). Estados Unidos prohibió su producción en 1976.

Los niños no presentarían síntomas relacionados con estas enfermedades y es difícil saber si esta sustancia ingresó por ingestión o por piel, si se trata de la consecuencia de factores antiguos o si aún existe el riesgo de que los campos lindantes sigan usando este pesticida.

En el resto de los análisis realizados no se encontró la presencia de otras sustancias peligrosas: ni PCB en sangre, ni arsénico en el pelo, ni cromo en orina ni cantidades relevantes de otros plaguicidas analizados.

Sí hubo algunos casos en los que se halló plomo, aunque por debajo de los valores aceptables de referencia. En este caso, si bien no hay evidencias científicas, algunos plantean que no debería existir ninguna concentración de este metal en el cuerpo humano.

Por otra parte, algunas madres del sector se quejaron porque, aseguran, por la madrugada o los fines de semana continúan las fumigaciones aéreas prohibidas en los campos cercanos.

¿Y ahora?

Las conclusiones del estudio encarado por la Municipalidad dejan algunas conclusiones para encarar el futuro del barrio:

Sin cóctel. Reconoce que no existiría un “cóctel” de contaminantes como se pensaba, sino que los tóxicos encontrados tienen que ver con los plaguicidas.

Exposición. La presencia de contaminantes indica exposición previa.

Dudas. Los exámenes no indican los niveles a los que se expusieron los niños o si sufrirán efectos adversos (que una sustancia sea considerada “probable cancerígena” no significa que esté comprobado que produzca esa enfermedad).

Larga historia

Los problemas en Ituzaingó Anexo comenzaron hace casi cuatro años, cuando un grupo de madres detectó una gran cantidad de casos de cáncer en el sector.

A partir de entonces, comenzó una lucha popular que en varias ocasiones enfrentó a la gente con las autoridades, pero que fue fundamental para mejorar las condiciones del barrio y eliminar algunos de los supuestos factores que, se creía, podían incidir en la salud de los vecinos. Por ejemplo, el agua en mal estado, los plaguicidas, el PCB de los transformadores o los deshechos de las fábricas cercanas.

El estudio de la Municipalidad de Córdoba logra acotar esos factores a los plaguicidas y traza un nuevo horizonte: “Implementaremos un seguimiento epidemiológico para controlar y seguir los casos de estos niños. Se les ofrecerá una consulta clínica cada tres meses y estudios semestrales y anuales de contaminantes en su organismo”, dijo ayer Mario Salinas, director de Atención a la Salud del municipio y uno de los responsables de la muestra.

“Nuestro compromiso con el barrio continuará –señaló el funcionario–, pero llegó la hora de implementar políticas conjuntas con la Nación y la Provincia, crear una base de datos común o repensar el control ambiental en los campos”, agregó.

Salinas destacó que es la primera vez que en Córdoba se realiza un estudio de estas características, con el que se “empieza a visualizar una problemática ambiental que implicará medidas relacionadas, por ejemplo, con el saneamiento de las viviendas o de los tanques de agua”.

El médico afirmó que al no existir estudios de referencia, es difícil saber si los niveles de plaguicidas en niños de Ituzaingó Anexo son muy distintos a los de otras zonas de la provincia.