jueves, 26 de febrero de 2009

Argentina: las consecuencias de la depredación capitalista en el agro se profundizan en Formosa

 A principios de febrero de 2003 se produjo el mayor desastre ecológico que se recuerde en la provincia de Formosa. En esos días, las fumigaciones con agroquímicos en plantaciones de soja transgénica contaminaron a las chacras colindantes de los productores familiares de la colonia Loma Senés, ubicada en las cercanías de la ciudad de Pirané.

Como consecuencia de la exposición a estos productos, gran parte de los cultivos de los campesinos y sus animales de granja fueron dañados y se registraron diversos problemas de salud entre los propios pobladores.

En la misma época, episodios similares de contaminación fueron denunciados en otras zonas de la provincia: en las colonias rurales adyacentes a las localidades de Villa General Belgrano, El Colorado y Villa Dos Trece. De todas maneras, los daños más graves se registraron en Loma Senés.

La organización y la lucha de los campesinos afectados, que contamos con la ayuda de numerosas organizaciones sociales y políticas, lograron en aquel momento que la empresa responsable de la explotación sojera en la colonia detenga las fumigaciones. En este momento, a seis años de aquel febrero negro, la lucha continúa en el ámbito judicial. En efecto, hasta el momento las empresas Agricultores de Anta y Proyecto Agrícola de Formosa no han resarcido económicamente a las principales familias campesinas afectadas. Tampoco se ha llevado a cabo el estudio de efectos ambientales ordenado por la justicia. El próximo 3 de marzo se realizará una audiencia en el Juzgado Nº 7 de la ciudad de El Colorado, oportunidad en la cual seguiremos demandando a estas empresas sojeras.

Pero cuando aún seguimos litigando por los acontecimientos de hace seis años, nuevamente las fumigaciones de los sojeros atacan nuestras condiciones de vida y nuestra propia salud. En la colonia aborigen (Qom) “La Primavera” (en las cercanías de la localidad de Laguna Blanca) se han registrado en los últimos días casos con indicios de envenenamiento en niños y ancianos, además de la disminución de los cultivos de consumo familiar y mortandad de peces. Todo esto en las chacras contiguas a los campos cultivados con soja transgénica, en los cuales la maquinaria pulverizadora rocía las plantaciones prácticamente sobre la vivienda de los pobladores (ver diario La Mañana, 07-02-09).

Como si esto fuera poco, en la mismísima colonia Loma Senés las fumigaciones con agroquímicos en los campos sembrados con soja están afectando nuevamente a los pobladores. En los últimos días alrededor de veinte vecinos de la colonia están mostrando diversos síntomas de intoxicación con agroquímicos, como afectación en la piel -con la aparición de llagas como quemaduras- dolor de cabeza, dolor de garganta, irritación de ojos, náuseas, vómitos, y decaimiento.

CONSECUENCIAS PREDECIBLES

Lamentablemente, la política del gobierno de Gildo Insfrán en su intento por atraer capitales a la provincia, favorece ampliamente las oportunidades económicas de los empresarios, sin poner límites a su voracidad depredadora. Más aún, se asocia a ellos. Todo esto en desmedro de los campesinos, que resisten con su trabajo honesto, como única herramienta para sobrevivir.

Tanto en el orden provincial como en el nacional rige el mismo esquema: las grandes empresas dueñas de latifundios, apuestan a los cultivos transgénicos y emplean los avances tecnológicos, lo que acarrea a su vez un aumento de la miseria, concentración de la tierra, dependencia tecnológica de los productores, el desplazamiento silencioso de los pequeños que deben vender sus chacras, o alquilar terrenos ante la falta de oportunidades para producir.

Esta desigual batalla que enfrenta a los grandes empresarios y al poder político, por un lado, con los pequeños productores que sobreviven en el campo en condiciones cada vez más angustiantes, por el otro, no puede inclinarse a favor de estos últimos si no es con la unidad de las organizaciones obreras, campesinas e indígenas para terminar con la explotación y poner la tierra y los medios de producción al servicio de las necesidades humanas.


COMUNIDAD TOBA QOM “LA PRIMAVERA”: Tel.03717 15397544
MOVIMIENTO CAMPESINO DE FORMOSA –(MO.CA.FOR): Tel. 03717 435535 – 03718 15499236 - E-Mail: coordinacionmocafor@yahoo.com.ar
FERIA FRANCA DE PIRANE: Tel. 03717-463127 - E-Mail: feriafrancapirane@yahoo.com.ar
EQUIPO DE MUJERES CAMPESINAS: E-Mail: isarguello@yahoo.com.ar  - Telef. 03717 15689928

lunes, 9 de febrero de 2009

Pesticidas y alimentos: Nuevas condiciones comunitarias restringen el uso de pesticidas en la agricultura para reducir su impacto en la seguridad alimentaria

Por NATÀLIA GIMFERRER MORATÓ

Imagen: Lynne Lancaster -
Los consumidores exigen cada vez más alimentos seguros, nutritivos, fáciles de almacenar, de preparar y disponibles durante todo el año y, además, a precios económicos. El grupo compuesto por frutas, verduras y hortalizas cada vez es más consumido, y su producción está asociada en la mayoría de los casos a procedimientos en los que está implicado el uso de pesticidas. Conocer y limitar los tratamientos que reciben y, a la vez, saber por qué se aplican, constituye una de las necesidades básicas. De ahí que la Unión Europea se haya movilizado en los últimos días para garantizar que su uso se hace con el menor impacto para la salud de los consumidores.

El término pesticida hace referencia a una amplia gama de productos químicos para la protección de los cultivos. Entre ellos destacan los insecticidas, que se usan para controlar a los insectos; los rodenticidas, cuya labor es vigilar a los roedores; los herbicidas, utilizados para eliminar malezas y, por último, los fungicidas, cuyo objetivo es acabar con los hongos y el moho. En la agricultura, los herbicidas son los productos químicos que más se usan. Un mal uso puede representar un gran riesgo para los consumidores, razón por la que se recomienda limitar la exposición a los alimentos o decantarse por el uso de alternativas menos peligrosas.

Aunque los pesticidas poseen importantes virtudes que hacen que su uso también sea necesario, la nueva normativa impuesta por la UE retirará del mercado las sustancias que se consideren "muy peligrosas", entre ellas las que se aplican a naranjas, limones, aceite de oliva u hortalizas, productos básicos de la dieta mediterránea.

Según la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Andalucía, los agricultores españoles ya han dado la voz de alarma y afirman que con estas medidas pueden sufrir pérdidas del 80% en sus cosechas. De acuerdo con el estudio previo de la Agencia Química Sueca, se prohibirán un total de 22 productos químicos. Sin embargo, desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) aseguran que el sector aún no sabe cuántas sustancias "van a estar afectadas".

¿Son tan malos?

Algunos de los pesticidas que se utilizan son productos químicos naturales, como el azufre. Además, ciertas plantas también producen niveles bajos de pesticidas naturales que les sirven para autoprotegerse contra los insectos u otras invasiones. Los agricultores usan productos químicos naturales y sintéticos según las necesidades que requieran para controlar las malezas, los insectos o las enfermedades. El uso de productos químicos representa un coste significativo de la producción agrícola y, por lo tanto, los agricultores tienen un incentivo para aplicar menos cantidad de pesticidas y hacerlo de forma más planificada. Cabe pensar que no los usan a menos que sepan que obtendrán beneficios en el producto, entre ellos, la calidad y seguridad.

Los pesticidas permiten producir con éxito algunos cultivos en áreas que sin su uso no sería posible cultivar. También son los responsables de extender el período de desarrollo de las plantas de manera que se aprovecha más eficazmente su rendimiento. Ayudan a incrementar la producción de materia prima, mantienen su calidad y, a la vez, el período de almacenamiento. Como en todo, el problema viene dado por su uso excesivo e incorrecto. Partiendo de la base de que son productos químicos y, científicamente probado, tóxicos, vale la pena hacer una reflexión porque también son necesarios para obtener unos alimentos de calidad y seguros.

Posicionarse ante los pesticidas no es fácil. El uso de productos químicos y su relación con la seguridad alimentaria continúa siendo una cuestión compleja. Las autoridades europeas intentan plantear las mejores soluciones para todas las partes implicadas, pero en muchas ocasiones la solución no satisface los intereses de todos. Por una parte, cada vez hay más consenso en la comunidad científica sobre el hecho de que pequeñas dosis de pesticidas y otros productos químicos pueden afectar negativamente al consumidor.

viernes, 6 de febrero de 2009

Yuyo, mentiras y veneno

por Graciela Cristina Gómez *

"Primero viene el desmonte, segundo la fumigación, después hongo a los chicos, granos,.. pastos naturales que se secan,.. aves que se mueren. ¿a quién le reclamamos?", (Campesino de Tres isletas, Chaco). (1)

Hoy las denuncias por agrotóxicos se multiplican y serán miles las que vendrán, hasta que por fin se escuche el clamor de los ambientalistas pidiendo la recategorización del glifosato. El grito de la tierra agonizando por la pérdida de nutrientes, la lucha de los enfermos ignorados por los medios al servicio de las "fabricas del espanto" y una medicina poco interesada en ahondar sobre disruptores endócrinos, negando la evidencia del daño que producen los plaguicidas. Mientras "las normas actuales solo tienen en cuenta el riesgo de cáncer, no toman consideración la vulnerabilidad especial de niños antes de su nacimiento y en las primeras etapas de vida, ni los efectos en el sistema hormonal, ignoran los efectos aditivos o interacivos de esas sustancias"(2).

Creer que es posible:

"La Presidenta ha firmado el Decreto Nº 21, por el que se crea una Comisión Investigadora sobre la utilización de agroquímicos. Se habilita una línea gratuita, y un mail para recibir cualquier tipo de denuncias o inquietud por parte de la población respecto de su situación sanitaria, en relación con los agroquímicos." (3)

La Comisión va a trabajar en el ámbito del Ministerio de Salud de la Nación, pero en conjunto, con otras áreas de competencias a saber:
- Secretaría de Ambiente y desarrollo sustentable, cuyo informe "El avance de la frontera agropecuaria" tiene aportes de una de las pocas voces con autoridad en el tema: el ingeniero agrónomo Walter Pengue, quien días atrás expresó: "Esta preocupación por la salud la tendríamos que haber tenido quince años atrás"(4)

- El SENASA ,que por fin se pondrá las pilas con el glifosato y nos dará un informe también sobre el endosulfán ,su actual uso en la Argentina a pesar de su prohibición en 55 países,incluida UE.(5)

-La Secretaría de Agricultura,ganadería ,y pesca (SAGPyA ), cuya pelea ficticia con Monsanto,por las patentes de soja RR , se inicia en 1996 mediante la resolución Nº 167,prosiguió luego con los maíces prohibidos en la UE, aprobados en 2007 por el mismo organismo,ignorando el principio precautorio.(6)

-El INTA ,que deberá definirse si se pone a disposición de la Comisión o sigue asociada a Basf con su mutagénesis inducida, y unificará criterios entre sus integrantes, cuya mitad afirma que "El suelo está subsidiando a los productores y al país",mientras la otra mitad no para de decir barbaridades en los medios ,cual mercenarios de Monsanto ,repitiendo que pertenecen al INTA,creyendo que eso los habilita a decir tantas sandeces.(7)

-El INTI ,que nos dará un informe de sus tantos "servicios", transporte de sustancias peligrosas y cómo realizar un estudio de impacto ambiental "real"… ya que el último "Botnia no contamina", no convence.(8)

No hay peor ciego que el que no quiere ver:

¿Escucharán realmente a las Ongs, únicas consustanciadas en el tema, que no mienten y cuya evidencia empírica acalla cualquier teoría o informe maquillado?
¿Tendrán en cuenta investigaciones realizadas por la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, que ya en 2006 indicaban que hay "asociaciones positivas entre niveles de pesticidas organoclorados en el tejido adiposo mamario y el consumo de grasa animal y pescado de río?".(9)

El informe de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR,que advierte que el glifosato, fue erróneamente catalogado como toxicológicamente benigno, tanto a nivel sanitario como ambiental,"la revisión toxicológica del glifosato conducida por un equipo norteamericano de científicos independientes (Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides) indicó efectos adversos en todas las categorías estándar de toxicología: subcrónicos, crónicos, carcinogenéticos, mutagénicos y reproductivos".(10)

La Investigación del Hospital Italiano de Rosario, que afirma que "Existen relaciones causales de casos de cáncer y malformaciones infantiles entre los habitantes expuestos a factores de contaminación ambiental, como los agroquímicos".(11)

Por nombrar sólo algunas voces de nuestra provincia, que daban señales a oídos sordos.
Lo que lleva a mi entrañable amigo Rodolfo Páramo, pediatra de Malabrigo a repetir incansablemente "Hay que darle pelea al abuso de los agroquímicos".

¿Trabajaran en conjunto todos en el marco del Consejo Federal de Salud, o sólo es una utopía?
La Comision dice que trabajará también con los casos que ya están judicializados o aquellos que surjan por parte de la población como inquietud o denuncia.

Daños colaterales:

Costa las Masitas, Entre Ríos, entre mayo de 2003 y enero de 2007 fallecen 3 niños (de 2, 7 y 8 años) por exposición directa al glifosato. Marzo de 2004, en el Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba muere un hombre de 32 años. Había estado fumigando un campo con una mochila. En la misma fecha en Villa Libertador San Martín, Entre Ríos, muere un joven policía, familiares denuncian que se debió a la exposición a pulverizaciones con Fenitrotion y Endosulfán . Tambien ése año en Piray, Misiones, fallece una niña por linfoma No- Hodgkin,por exposición reiterada al glifosato ¿Tendrán en cuenta los ignorados de toda la provincia de Santa Fe, donde se cuenta con precisos datos de bebes nacidos con malformaciones en Malabrigo y San Cristobal ?(12)

domingo, 1 de febrero de 2009

El disparate sojero - LAS CONSECUENCIAS DEL MONOCULTIVO

El autor analiza las razones que llevaron a la expansión descontrolada de la soja transgénica y el impacto que ello está produciendo en el medio ambiente, el empleo, la salud y el perfil productivo del país.

Por Alberto J. Lapolla *
Imagen: Alejandro Elias

El cultivo de soja transgénica forrajera ocupa ya más del 50 por ciento de la producción de granos y el 55 por ciento de la superficie agrícola sembrada, pero si en realidad consideráramos la superficie agrícola original de este proceso, allá por 1995, la expansión es muchísimo mayor. La superficie sembrada hoy con soja RR supera a toda el área sembrada en 1995. Esto implica que para llegar a los 35 millones de hectáreas actuales se debió ocupar una enorme cantidad de tierras históricamente destinadas a la ganadería, a la lechería, al monte frutal, a la horticultura, al monte virgen, a la apicultura, a la producción familiar, y a otros cultivos que fueron desplazados por la soja como el girasol, el maíz, la batata y el algodón. La superficie sojizada crece año a año a costa de otras producciones. Así, en 2004, la superficie agrícola total era de 27 millones de hectáreas mientras que hoy ya superamos las 35 millones, cifra equivalente al 12,5 por ciento de la superficie del país.

El pool sojero multinacional que controla y domina el “negocio” estima que para 2017 la superficie agrícola argentina orillará las 120 millones de hectáreas. Algo así como el 43 por ciento de la superficie nacional, un verdadero disparate ambiental y agronómico. La sojización desenfrenada, lejos de ser un hecho saludable, constituye un verdadero problema para la economía nacional y la protección de nuestro ecosistema agrícola.

Pero lo es también para la vida misma de nuestros habitantes. Sólo 19 naciones en el mundo permiten el cultivo de variedades transgénicas –es decir modificadas genéticamente (OGM)– de manera libre y sólo 5 lo permiten en gran escala: la Argentina es una de ellas, siendo la que posee la mayor superficie relativa de OGM sembrada de manera abierta en el mundo.

Peor aún, el 99 por ciento de la soja sembrada en nuestro país es transgénica. El saber científico actual, aportado por el estudio del genoma humano, ha demolido la teoría de base de la transgenia: “un gen una proteína”, sumiendo a los científicos empleados de las multinacionales en el desconcierto y el ocultamiento. De hecho desconocemos qué efectos puedan producir los OGM en el ecosistema global y en la salud humana, a mediano y largo plazo. La OMS ha señalado que desde 1995, fecha en que los cultivos transgénicos hicieron su irrupción, el 65 por ciento de las afecciones de la población mundial está relacionado con la alimentación.

¡Ay Felipe!

Monsanto culminó el proceso de estabilización de la soja RR en 1993, ya en 1994 fue aprobada por el organismo correspondiente al control alimentario de los EE.UU., con la oposición de las Agencia Nacional Ambiental (USDA). Las fuertes presiones de la empresa lograron que al año siguiente, la USDA aprobara la liberación de la soja RR. Entre la estabilización de la soja RR y su lanzamiento al ecosistema mundial apenas transcurrieron dos o tres años, lapso insuficiente para evaluar efectos ambientales sobre el conjunto del ecosistema global a corto, mediano y largo plazo. Pero lo más grave que nos compete es que en 1995, el entonces secretario de Agricultura de Menem, Felipe Solá, autorizó la liberación de la soja RR en Argentina sin ningún estudio previo que avalara la decisión. De allí en más nada la ha detenido, produciendo graves efectos ambientales, sociales, sanitarios y estructurales.